El infierno musical


"Dice que no sabe, del miedo, de la muerte, del amor. Dice que tiene miedo, de la muerte, del amor. Dice que el amor es muerte, es miedo. Dice que la muerte, es miedo, es amor. Dice que no sabe, dice que no sabe, dice ....". Con este inquietante texto de la escritora argentina Alejandra Pizarnik, cantado en un aceptable castellano por el músico vienés Christof Kurzmann, comienza el tema Dianas Tree, incluído en el album “El Infierno Musical”, que el sello ruso Mikroton Recordings sacó al mercado a finales del pasado año. Según cuenta el propio Kurzmann, unos seis años atrás, en una cafetería de Buenos Aires, un vendedor le ofreció viejos libros de escritores hispano-americanos. La inevitable casualidad le llevó a elegir un libro titulado “El Infierno Musical”, una colección de poemas de Alejandra Pizarnik publicada en 1971. Kurzmann quedó impresionado con estos poemas, lo que le llevó a profundizar en la poesía surrealista de esta escritora obseisonada con la soledad, el dolor y, sobre todo, la muerte, que acabó quitándose la vida en 1972 con una sobredosis de barbitúricos, a la temprana edad de 36 años.

Un par de años después, allá por el 2008, los organizadores del Music Unlimited Festival de Wels (Austria) regalaron a Kurzmann por su cumpleaños la financiación del proyecto “El Infierno Musical”, con la condición de que se estrenase en el marco de dicho festival. Es difícil entender el criterio que Kurzmann siguió para elegir al resto de músicos, ya que le quedó una alineación imposible: Ken Vandermark (tenor saxophone, bass clarinet & clarinet), Eva Reiter (viola da gamba, contrabass recorder & dan bao), Clayton Thomas (bass), Martin Brandlmayr (drums & vibraphone) y el propio Kurzmann (vocals, electronics, alto saxophone & electric guitar). Pero el resultado es magnífico.


El Infierno Musical es un disco ecléctico donde los haya, una mezcla inteligente de composición e improvisación, un marasmo de géneros hábilmente entrelazados, donde se van alternando, sin ánimo de continuidad, el free jazz y el rock, el rock y el pop (con guiños a Janis Joplin incluidos) y así sucesivamente, todo ello bañado con la extraña voz de Kurzmann, los robustos solos de Vandermark y una curiosa, si así puede llamársele, sección rítmica con Thomas y Brandlmayr. Eva Reiter aporta exotismo con su viola da gamba y con el dan bao (violín vietnamita de una sola cuerda) en Cold in Hand Blues, tema con el que se cierra el disco y en el que con un diálogo de fondo entre saxo y percusión, Kurzmann establece un diálogo paralelo con una voz femenina, en el que Kurzmann pregunta: “And what is what you are going to say”, y la voz femenina responde: “I’m going to say only something”. “And what is what you are going to do”, pregunta Kurzmann. “I’m going to hide in the language”, responde la voz femenina. Y Kurzmann insiste: “And why?”. Y la voz femenina: “I’m afraid”. Vandermark interrumpe la conversación con su malvado saxo, y los dos vuelven a repetir el diálogo, esta vez en castellano. Un final magnífico para un disco desconcertante, perturbador, inclasificable. Y como no podía ser de otra forma, grabado en Viena por Christoph Amann.


Por cierto, para la cubierta del disco, Kurzmann eligió una porción del cuadro “El Jardín de las Delicias”, del pintor holandés Hyeronymus Bosch, más conocido como “El Bosco”, y que desde 1939 forma parte de la colección del Museo del Prado.


Escuchando

John Cage – Etudes australes (Wergo 2011)
Andrea Neumann/Bonnie Jones - Green just as I could see (Erstwhile 2012)
Annette Krebs/Anthea Caddy/Magda Mayas - Thread (Another Timbre 2012)
Catherine Lamb - Periphery (Engraved Glass 2012)
Kyle Bruckmann - On procedural grounds (New World 2012)
Thomas Tilly/Jean-Luc Guionnet - Stones Air Axioms (Circum Disc 2012)
Imai Kazuo Trio – Blood (Doubt Music 2008)
Skogen - Ist gefallen in den Schnee (Another Timbre 2012)
Bérangère Maximin - No one is an island (Sub Rosa 2012)
Bernhard Schütz/Reinhold Friedl - Play Robert Schumann Dichterliebe (Bôlt 2012)

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