Long string instrument. Instrumento de cuerdas largo. Pero qué diablos es eso, me pregunté allá por el otoño del 2004, tras leer en alguna revista un comentario sobre el CD “Ort” de Ellen Fullman y Konrad Sprenger, editado por el sello alemán Choose Records. Curiosity killed the cat! Lo compré y me encontré con un interesante disco en el que Ellen Fullman y Jörg Hiller interpretaban siete temas escritos por la propia Fullman, además de realizar un par de lecturas muy personales de dos clásicos del country: el I Ain’t no Home de Woody Guthrie y John Hardy de A.P. Carter, si si, el de los Carter Family.
“Ort”, aunque pueda parecer lo contrario por la instrumentación utilizada (Ellen Fullman, además de las voces, toca el long string instrument, autoharp, clarinetes y sine tones, y Jörg Hiller, también conocido con Konrad Sprenger, participa con guitarras, bajos, percusiones, pianos, zither y electrónica) es un disco de canciones, de vanguardia, vale, pero canciones al fin y la cabo. Me llamó la atención la versión de John Hardy (1930), con la colaboración de Sonja Müller (violín) y las voces de Jessica Kenny y The Barn Owl Sisters, así como las composiciones de Fullman In the mist (1993), con la colaboración de James McCartney (SuperCollider), y Train (2001), donde Fullman nos deleita con su long string instrument.
Como siempre ocurre en estos casos, acabé investigando en la discografía de Ellen Fullman, para encontrarme con una veterana compositora nacida en Memphis, Tennessee, que a principios de los años 80, interesada en los tonos infinitos que producía la vibración de los cables largos, descubrió el long string instrument, que consiste en 100 cables, los de sonidos graves de unos 27 metros y los de sonidos agudos de entre 9 y 18 metros de longitud, todos afinados en “just intonation”, ya saben, cuando las frecuencias de las notas están relacionadas por ratios de números enteros pequeños. El long string instrument puede ser tocado hasta por tres intérpretes, frotando suavemente las cuerdas para extraer su extraño sonido. El aprendizaje de un instrumento como éste le llevó bastante tiempo, por lo que no grabó su primer disco hasta 1985, el LP “The long string instrument” (Apollo Records 1985). Tras dos cassettes auto-editados en 1987, “Works for 4 players and 90 strings” e “In the sea”), Ellen Fullman reapareció en 1993 con “Body music”, grabado por el sello Experimental Intermendia de Phil Niblock, en el que Scott Lehmann, Danièle Massie y la propia Fullman interpretan seis composiciones de esta última. Luego vendrían “Change of direction” (New Albion 1998), “Staggered stasis” (Anomalous Records 2004), coreografía escrita para la Deborah Hay Dance Company, y dos magníficas colaboraciones con músicos bien diferentes: una grabación en directo con el percusionista norteamericano Sean Meehan, editada por el sello suizo Cut en 2007, y la magnífica colaboración con la trombonista californiana Monique Buzzarté en el disco “Fluctuations” (Deep Listening 2008). Esta gran trombonista ya se había atrevido, en colaboración con el Arditti String Quartet, con el Five3 de John Cage para Mode Records.
Y ahora nos llega el magnífico “Through glass panes”, editado por el sello de Massachusetts Important Records, sello ecléctico donde los haya, y donde conviven sin problemas grabaciones de Eliane Radigue, Christina Kubisch, Josef van Wissem, Merzbow, Larsen, Acid Mothers Temple, Jon Mueller, Julia Kent, Hototogisu y los Masters Musicians of Bukkake entre otros muchos.
Antes de este “Through glass panes”, Important ya había publicado algunos detalles de Ellen Fullman, entre ellos un LP compartido con Eleh, editado en 2010, y “The Headlands” (2010), de Barn Owl & The Infinite String Ensemble, con la colaboración de Ellen Fulllman y Theresa Wong, cellista con la que ya había colaborado en el tema que abría disco “The harmonic series” (Important 2010), y en el que también participaban luminarias del “just intonation” como Charles Curtis, Zachary James Watkins, Greg Davis y pauline Oliveros entre otros.
Curiosamente, “Through glass panes” se abre con “Never gets out of me”, donde el cello de Theresa Wong navega suavemente entre las calmadas olas producidas por el long string instrument de Ellen Fullman, y le sigue “Flowers”, en la que las olas ya no son tan calmadas sino más resonantes, y en ellas se las arreglan como pueden el cello de Henna Chou y el violín de Travis Weller. Los dos temas son adaptaciones de “Stratified bands: last kind words”, escrita por Fullman para el Kronos Quartet en el festival Other Minds. Les sigue el tema que da título al disco, escrito como un homenaje a la armónica, y es una secuencia de patrones rítmicos que se interpretan tocando (o golpeando suavemente) las cuerdas del long string instrument con box bows (pequeñas cajas de cartón curvadas que hacen la función del arco), lo que produce sonidos minimalistas y pegadizos que por momentos me recuerdan al sonido del acordeón. El tema dura 21 minutos y a mí se me hace largo, tal vez con ocho o diez minutos hubiera sido suficiente. Es la única pega que le encuentro al disco, que se cierra con “Event locations No. 2”, otra pieza de 20 minutos, típica de Fullman en solitario con su long string instrument, y que en este caso si que justifica su duración. Un disco que no defraudará a los que ya conocen la música esta magnífica compositora, pero que también servirá como introducción para aquellos que no la conocen.
Escuchando
Steffen Schleiermacher - British! (MDG 2011)
Pulsinger/Kurstin/Jeffery/Heggen - Besides Feldman (Col Legno 2011)
Ellen Fullman - Through glass panes (Important 2011)
Jason Lescalleet - This is what I do: Volume One (Glistening Examples 2011)
Keith Rowe - Concentration of the stare (Bottrop-Boy 2011)
Michael Pisaro - Hearing metal 2 & 3 (Gravity Wave 2011)
Philip Corner/Manuel Zurría - Joy Flashings (Die Schachtel 2011)
Luc Ferrari - Visage 2/Après presque rien/Madame de Shanghai (Mode 2011)
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