Recuerdo haber leído en algún lugar de la mancha una leyenda sobre Ornette Coleman a propósito de su polémica teoría de “harmolodics”, ya saben, esa teoría o filosofía musical que sintetiza “armonía, movimiento y melodía”. Debe ser una teoría compleja que casi nadie entiende, hasta el punto de que el propio Coleman lleva desde los años 70 escribiendo un libro sobre ella y, a fecha de hoy, nada sabemos del asunto. Pero volvamos a la leyenda. Un músico que iba a tocar con Coleman en un concierto le preguntó: maestro, ¿qué es eso de harmolodics? Y Coleman le respondió: ¿quieres saber lo que es harmolodics, joven? ¿Ves esa partitura que tienes en la mano? Sí, dijo el joven y nervioso músico. La que usted me ha dado hace unos minutos. Eso es, le dijo Ornette. Pues toca esa partitura, y yo tocaré lo que me de la gana. Eso es harmolodics.
Mark André nació en Paris en 1964 y estudió en el Conservatorio Superior de Música de Paris con Gérard Grisey entre otros. Entre 1994 y 1997 estudió en Sttugart con Helmut Lachenmann, y eso se nota en sus composiciones. Este pequeño detalle es el que me llevó hace un par de años a comprar en una tienda de Basilea el CD que el sello Kairos editó con cuatro composiciones de Mark André: “durch” (2004-05) para saxofón, percusión y piano, interpretada por el Trio Accanto, “...zu...” (2004) para trío de cuerdas, interpretada por miembros del Ensemble Recherche, “...in” (2002) para clarinete bajo, realizada por la gran clarinetista del Ensemble Recherche, Shizuyo Oka, y “...als...II” (2001) para clarinete bajo, violoncello, piano y electrónica, interpretada por el Experimentalstudio des SWR.
El disco me pareció magnífico, en la línea radical de su maestro Lachenmann, así que busqué más grabaciones de André, pero solo encontré participaciones aisladas en las ediciones del sello Neos en las que documenta actuaciones del festival “Donaueschinger Musiktage”, festival de música contemporánea que se celebra todos los años en la localidad de Donaueschingen, en plena Selva Negra alemana, muy cerca de la frontera con Suiza, y en el “Internationale Ferienkurse für Neue Musik”, otro festival de música contemporánea que tiene lugar en población alemana de Darmstadt, ciudad muy conocida en el ámbito musical por sus famosos cursos de verano. Volviendo a la música de André, en la edición del 2007 del festival “Donaueschinger Musiktage aparece “...auf...III” (2005-07) para orquesta y electrónica, y en la edición del 2006 del “Internationale Ferienkurse für Neue Musik”, “...als” (2001) para clarinete bajo, violoncello y piano.
Así que ha sido una bonita sorpresa descubrir que el sello italiano Stradivarius editó a finales del año pasado un nuevo CD con cinco composiciones de André, dos para ensemble, “iv 4 (2008-09) para flauta, oboe, clarinete y tuba y la ya mencionada “… Zum Staub Sollst du Zurückkehren …" (2004–05), y tres para solistas: “Contrapunctus” (1998–99) para piano, “iv 3” (2008) para clarinete y “iv 2” (2007) para violoncello, todas magistralmente interpretadas por los miembros del Ensemble Alternance. "iv 4" es una magnífica composición para cuatro instrumentos de viento, dividia en cinco partes, que bordea peligrosamente el "territorio improv" que protegen "practicioners" centroeuropeos como Axel Dörner, Franz Hautzinger, Robin Hayward y Kai Fagaschinski entre otros. Jean-Marie Cottet interpreta al piano la muy lachenmanniana “Contrapunctus", que nos adentra en la pieza central del disco “… Zum Staub Sollst du Zurückkehren …", de la que ya hemos hablado al principio de esta entrada. El disco termina con dos magníficas interpretaciones de Dirk Descheemaeker al clarinete y Frédéric Baldassare al violoncello, en las que yo percibo claramente la influencia de Lachenmann (iv 2 recuerda por momentos a Pression), pero también de la improvisación contemporánea centroeuropea e incluso chispazos del colectivo Wandelweiser!
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