Festival LEM 2007


First things first! Enhorabuena a los organizadores del festival LEM 2007 por la magnífica noche que nos hicieron pasar a un buen grupo de melómanos el pasado 12 de octubre. Es difícil que vuelva a repetirse un acontecimiento musical de este calibre en nuestro país (aquí no caben reuniones de "antiguos héroes" ni gilipolleces similares), por lo que éste quedará grabado en nuestra memoria por mucho tiempo. Estoy hablando del homenaje a Eliane Radigue que, con presencia, a sus 75 años, de la propia Eliane, se celebró en Barcelona dentro del marco del festival LEM. El homenaje constaba de tres conciertos en los que se interpretaron tres de sus más recientes composiciones, a cargo de tres músicos para los cuales fueron escritas.

La noche comenzó a las 20.00h en la minúscula sala Miscëlanea, donde el cellista norteamerciano Charles Curtis interpretó con una disciplina insultante la obra Naldjorlak (2005). Durante casi una hora, Curtis nos deleitó con drones milimétricos tocados en las cuerdas, el puente, y para terminar, en la cola o pica. Drones de precisión interpretados a bajo volumen, de los que se acomodan en el oído, a lo que colaboró la intimidad de la sala y el silencio de las casi 60 personas que allí estábamos. Magnífico. ¡A ver cuando podemos escucharlo en CD! A las 22.00h, esta vez en el Auditori del MACBA, el compositor francés Gérard Pape interpretó la obra 676 (2006) para sintetizador, una típica composición de Eliane Radigue, de hora y cuarto de duración, que a mí me recordó en muchos pasajes a otra de sus grandes composiciones, Adnos III (1982). Es una obra de desarrollo lineal en la que parece que no ocurre nada, pero cuando el oído se acomoda, la música se transforma en un viaje electrónico sin retorno hacia el infinito. Sin nadie en el escenario (Pape la interpretaba desde la mesa), las casi 200 personas en la sala acabamos con los ojos cerrados, viajando, pues eso, hacia el infinito. Tras una pequeña pausa, Kasper T. Toeplitz terminó la jornada con una magnífica interpretación de la obra Elemental II (2004). Cada una de las cinco partes de esta composición, de 10 minutos de duración cada una, evoca a uno de los cinco elementos (tierra, agua, fuego, aire y eter). Kasper la interpreta con su basscomputer (un bajo "plugged" directamente a un ordenador, en el que utiliza un software creado por él mismo). En cada una de las partes utiliza diferentes objetos para "acariciar" las cuerdas de su bajo (metales, maderas, arcos, ...), y el sonido que emana es ciertamente reminiscente de esos elementos, quizá más claramente en las partes dedicadas al fuego y al aire. Un final perfecto para una noche perfecta. Otra vez agradecer al LEM su dedicación y una sugerencia para el próximo año: una noche dedicada a Morton Feldman.

Escuchando:
Sabine Vogel - Aus dem Fotoalbum Eines Pinguins (Creative Sources 2006)
Radian - TG11 (Rhiz 2000)
Reuben Radding - Fugitive Pieces (Pine Ear 2006)
Andrea Neumann/Annette Krebs - Rotophormen (Charizma 2000)
Daniel Menche - Wolf's Milk (Utech 2007)

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